viernes, 17 de octubre de 2008

EL ACOSO EN LA ESCUELA

El maltrato entre iguales se ha descrito como “un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresividad física de unos niños hacia otros que se convierten, de esta forma, en víctima de sus compañeros” (Olweus, 1998).

“Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos” (Olweus, 1998).

“La victimización o maltrato por abuso entre iguales es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa a las víctimas en posiciones de las que difícilmente puede salir por sus propios medios” (Olweus, 1983; citado por el Defensor del Pueblo, 2000).
Es difícil determinar cuándo se trata de un juego entre iguales, incluso amigos, y cuándo de acciones violentas con intención de hacer daño. Por eso, debemos entender que se considera maltrato toda “acción reiterada a través de diferentes formas de acoso u hostigamiento entre dos alumnos/as o entre un alumno/a y un grupo de compañeros - cosa que suele ser más frecuente - en el que la víctima está en situación de inferioridad respecto al agresor o agresores” (Fernández y Hernández, materiales editados por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid).

¿Cómo actuar cuando nos dicen que nuestro/a hijo/a sufre maltrato en la escuela?

Si desde el centro escolar nos comunican que nuestro/a hijo/a sufre acoso escolar, es porque se ha identificado una posible situación de acoso, o maltrato en el alumno.
El objetivo de esta comunicación es poner en marcha todas las medidas que lo frenen, y paliar el mal estar del menor, para lo que es imprescindible la colaboración con la familia.

Recomendaciones:

• Acudid a la entrevista con los responsables del centro educativo. Recibiréis la información sobre los hechos así como las medidas tomadas en el centro.
• Tratad de evitar la confrontación; en este primer momento se trata de recabar toda la información posible.
• Dad apoyo incondicional al hijo o hija, él no tiene la culpa de lo que le está pasando.
• Si no entendéis claramente de todo lo que se está hablando, solicitar el uso de un lenguaje más habitual, que os resulte comprensible.
• Recordad que todos los hechos están bajo la más absoluta confidencialidad y privacidad.
• No es conveniente buscar culpables de la situación, ni tener una actitud sancionadora.
• Solicitad apoyo social y psicológico, si es preciso, para ayudar a vuestro/a hijo/a.

¿Qué le está pasando a mi hijo/a?


• El maltrato entre iguales no forma parte de la evolución natural para ser adultos.
• El maltrato genera sentimientos de soledad, infelicidad, temor, falta de confianza.
• Los menores suelen callar esta situación por miedo a represalias, soledad y vergüenza.

Podemos ayudar siendo padres: Promoción del buen-trato

Si tu hijo o hija tiene problemas con los compañeros de clase, o muestra falta de seguridad en sí mismo/a, tú puedes ayudarle:

• Busca espacios y momentos para hablar, haciendo que se sienta escuchado y acompañado.
• Comparte con él actividades de la vida cotidiana (compras, elaboración de menús, paseo con el perro…) o de ocio (bici, paseos, cine, música…).

• Enséñale a desdramatizar los problemas, todo tiene solución si utilizas un pensamiento más positivo.
• Refuerza su autoestima valorando de modo positivo sus cualidades y potenciándolas.
• Dale apoyo y seguridad, tiene que sentir que aunque te enfades y estés en desacuerdo con él no le privas de tu amor y confianza.
• No le sobreprotejas, él tiene que aprender a resolver sus conflictos. Mantente cercano y accesible para hablar de estos temas.
• Enséñale a expresarse, a utilizar el dialogo como modo de resolución de conflictos.


Situaciones familiares que favorecen la aparición de violencia en menores

Los padres debemos ser conscientes de cómo, a veces, trasmitimos modelos de relación y de resolución de conflictos:

• Existe una valoración social positiva hacia modelos de relación agresivos, que se apoyan en el mito de que una persona dominante y agresiva tiende a ser más feliz porque sabe cubrir sus necesidades. Genera la falsa seguridad de que en el futuro no tendrá problemas.
• Muchos chicos que presentan un comportamiento violento están viviendo en contextos violentos. Si en la familia se ejerce la autoridad a través de gritos, insultos, humillaciones y amenazas, se favorece que los hijos reproduzcan este modo de relación para hacer valer sus derechos.
• Hay que evitar modelos de relación familiar en los que no existe tiempo para el diálogo y la supervisión de los hijos, y también modelos en los que no se ponen límites claros a sus actuaciones.
• Las familias altamente autoritarias predisponen a sus hijos a comportamientos agresivos.
• Hay que tener en cuenta que pueden producirse cambios de diferente índole en la familia que generen inestabilidad, soledad e indefensión en el menor (muerte de un familiar muy querido, separaciones de padres, nuevo domicilio…), necesitando un mayor apoyo por su especial vulnerabilidad.

Condiciones de la familia que previenen la violencia en menores

1. Utilización de modelos básicos basados en la empatía y la democracia, que permitan establecer vínculos de calidad entre padres e hijos y que ayuden a contener el conflicto generacional.
2. Superación de modelos de relación aprendidos como consecuencia de los estereotipos sexuales tradicionales y su contradicción con los actuales cambios sociales.
3. Desarrollo de habilidades de comunicación y de resolución de conflictos que permitan enseñar a respetar limites sin caer en el autoritarismo ni en la negligencia.
4. Comprensión de los cambios que viven los/as adolescentes.
5. Desarrollo de una representación de la violencia que ayude a prevenirla. Rechazo de todas sus manifestaciones, incluido el castigo físico o las que repetidamente presenta la televisión.
6. Prevención de la intolerancia y el sexismo y de actitudes y creencias sociales que legitiman la violencia y tienen como fundamento una
creencia racista, xenófoba o sexista.
7. Mejora del clima familiar así como las relaciones que en la familia se establecen.
8. Utilización de recursos locales de apoyo a la familia, especialmente en situación de riesgo

QUE DEBE HACER UN ALUMNO QUE SE SIENTE ACOSADO: Derechos y Responsabilidades

Derechos y responsabilidades

a) Derechos
· Tengo derecho a ser yo mismo. Nadie puede tratarme de manera injusta por lo que pienso, por mi manera de vestir, por mis ideas, por mi manera de ser
· Tengo derecho a ser respetado por mis compañeros, profesores…
· Tengo derecho a estar seguro. Nadie puede darme empujones, ni amenazarme, ni pegarme, etc.
· Tengo derecho a que mis propiedades sean respetadas y NADIE puede robarlas, maltratarlas, etc
· Tengo derecho a disfrutar de mis relaciones sociales, nadie debe excluirme.
· Tengo derecho a formarme. Nadie puede impedirme entrar en clase, participar en las actividades del grupo…
· Tengo derecho a ser evaluado. No me pueden impedir hacer los exámenes y me deben corregir con objetividad.

b) Deberes y responsabilidades

· Tengo que respetar al resto de personas. No puedo discriminar a la gente por su forma de pensar, de vestir, orientación sexual, etc.
· No debo herir los sentimientos de los demás, hablar mal de la gente, sembrar rumores, hablar mal de la gente.
· Debo respetar las pertenencias de los demás. No debo robarlos, maltratarlos, etc..
· Tengo que colaborar para que el centro y, la ciudad en general, sea un lugar seguro.
· Tengo el deber de ser ciudadano: participar en la sociedad, conocer y respetar los derechos humanos, los valores democráticos, etc.

Qué puedo hacer frente al acoso

a. Mis compañeros se meten conmigo

A todos nos pasa que tenemos discusiones con nuestros compañeros, alguna pelea, algún insulto… El problema está cuando esto pasa casi todos los días. Cuando esto pasa, hay gente que prefiere no dar la cara y pasar desapercibido… pero así no se soluciona el problema. Lo mejor es:

· Contárselo a un amigo, profesor, a tu herman@ mayor, a tus padres…
· No te tiene que dar vergüenza. Si lo haces sólo, posiblemente no puedas hacer frente con el acoso continuo de los compañeros
· Recuerda que tu vales tanto como cualquier otra persona, quiérete. Nadie tiene derecho a hacer sufrir a alguien.
· Intenta no mostrar miedo o enojo. Apóyate en la confianza de un amigo o alguien en quien confíes.
· Recuerda que tú no tienes un problema, el problema lo tiene en el que no sabe respetar a sus compañeros
· No te resignes, haz cualquier cosa que se te ocurra, pero no respondas de la misma forma, eso agrava la situación. No te rebajes a ello.
· Y pide ayuda: a tus padres, a tu tutor, a un profesor que te dé confianza…
DECIRLO NO ES CHIVARSE, ES DEFENDER UN DERECHO Y TRABAJAR A FAVOR DE LA CONVIVENCIA


b. A veces me meto con algún compañero

Si eres un chico de los que agrede a un compañero, posiblemente tengas un problema.
No vas a encontrar respeto, felicidad o satisfacción agrediendo a un compañero.
¿Por qué te metes con la gente? Debes buscar el motivo por el que necesitas agredir o insultar a alguien (especialmente si crees que son más débiles que tú).
No olvides nunca la palabra. Muchas veces se agrede por no saber expresar con palabras sentimientos de enfado, estar asustado o herido… Entonces descargamos nuestras emociones sobre otros, algo que te puede hacer sentir mas valiente… PERO NO ES ASÍ, puesto que no has solucionado el problema de raíz.
ASERTIVIDAD: no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti. Si parásemos un momento y nos pusiésemos en la piel del otro, nos daríamos cuenta que no es la solución.


c. Veo como se meten con compañeros

Hay quien dice que “quién calla, otorga”. No debes ser cómplice de una situación de maltrato. El testigo es casi tan culpable como el maltratador, ya que el silencio da autoridad al que acosa a los compañeros.
· No te rías de las gracias que hacen los acosadores, no apoyes esos actos.
· Habla con el que sufre el maltrato, pregútale cómo se siente
· Habla de esto con tus padres, ellos te aconsejaran
· Cuéntaselo a un profesor de confianza. Recuerda que hablar de esto no hace que seas chivato, sino que te preocupes por tus compañeros
· Si el acoso es grave (robos, agresiones físicas, amenazas, persecuciones al salir de clase u otras acciones que puedan hacer daño) avisa inmediatamente a un adulto
· Habla con el tutor y propón que trate el tema en tutoría. Podéis hacer un decálogo de normas de convivencia
· No te calles. Marca cero al acoso.


Agradecer al Colectivo ACOSO CERO su material para la elaboración de este archivo.

No hay comentarios: